Piedras preciosas Incaicas, en América del Sur, fue la cuna de una de las civilizaciones indígenas más grandes, antiguas y poderosas del continente: los Incas.
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Piedras preciosas Incaicas
Ubicados en gran parte del área de los Andes, y establecida su capital en el antiguo Perú, ha sido uno de los imperios indígenas de los que aún quedan muchas preguntas sin respuestas, el misterio que rodea su historia y su desaparición son hasta hoy un debate historiográfico,
que por un lado ha permitido develar un poco los aportes de esta impresionante cultura, y por otro, el legado que aún hoy permanece en varios lugares de Sudamérica y una raíz viva que aún se encuentra en el ADN de muchos peruanos.
El Imperio Inca
El imperio Inca fue una civilización indígena antigua que habito el territorio suramericano, específicamente todo el territorio del actual Perú, Ecuador, parte de Colombia, parte de Bolivia y una pequeña parte de Chile; desde la costa del Pacífico hasta las cercanías de la selva del Amazonas.
A todo este inmenso territorio incaico se le conoce como Tahuantinsuyo, imperio que floreció en el siglo XIV y XV en donde tuvo su apogeo en cuanto a conquistas y desarrollo, el cual duró hasta su aniquilación por parte de los conquistadores españoles, tiempo en el cual su último emperador fue Atahualpa, quien murió a manos de los colonizadores.
Sus majestuosas construcciones son aún causa de fascinación, la increíble forma en la que estas personas fabricaban sus ciudades es aún hoy un misterio, tal como en el caso de una ciudad escondida en una alta zona montañosa de Perú, conocida como Machu-Picchu.
Las piedras del Machu Picchu
Su nombre real habría sido Llaqtapata, y descubierta en el siglo XIX por un Cuzqueño llamado Agustín Lizárraga, es una fortaleza ubicada al sur de Perú, en el Cuzco, lo que habría sido en la antigüedad, la capital de su imperio; ubicada en las montañas de Machu Picchu Huayna y Putucusi a 2495msnm, hoy en día, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Histórico de la Humanidad, y como una de las 7 maravillas del mundo moderno.
Esta ciudad, hoy en día abandonada, tiene en sus construcciones una especie de velo misterioso que ha cautivado a personas de todo el mundo, lo que la ha convertido hoy, en una de las atracciones turísticas más visitadas de la Tierra.
Las ruinas de este lugar están construidas totalmente en piedra. La manera cómo están distribuidas las construcciones en su zona urbana, es algo que hasta hoy es un misterio, ya que no se ha podido determinar con exactitud qué era ese lugar, para qué se utilizaba, qué actividades se realizaban, y los más intrigante de todo…
¿por qué y en qué momento decidieron abandonarla? Hasta hoy, son preguntas que se mantienen sin respuestas.
El misterio de las piedras de Machu Picchu
Una de las cosas que llaman la atención no solo de turistas y científicos, sino de ingenieros y albañiles modernos, es la manera en cómo los incas que habitaron el lugar, pudieron realizar estas construcciones utilizando piedras que están colocadas una sobre la otra con precisión quirúrgica, al punto de no haberse utilizado ningún tipo de argamasa, cemento o pegamento para unirlas más allá de su propia forma.
Fueron cortadas de tal manera que forman un complejo rompecabezas en el cual cada piedra encaja exacta y perfectamente con la siguiente, de tal modo que ni siquiera la hoja de un cuchillo o un alfiler común pueden pasar entre las uniones.
Está demás decir, que la técnica funcionó de tal manera, que cientos de años después, y en las condiciones en las que fue construida, aún hoy se mantiene perfectamente en pie.
Otro dato curioso acerca de la ingeniería y el uso de las piedras en Machu Picchu, es que, como dijimos antes, fue construida totalmente en piedra; sin embargo, las piedras que se usaron en su construcción no se encuentran en las zonas aledañas al lugar, sino que estas están a una distancia considerable.
La pregunta obvia es, ¿cómo entonces hicieron los incas para trasladar estas piedras, algunas enormes, con pesos que exceden la tonelada; sin ningún tipo de maquinaria moderna, estas piedras hasta el lugar de la construcción final? Hasta hoy sigue siendo una de las curiosidades y misterios sin resolver, lo que sin duda, hace aún más atractivo el lugar.
Las piedras preciosas del Cuzco Inca
La zona Inca fue, entre otras cosas, codiciada por ser supuestamente el lugar en el cual se encontraba la mítica ciudad de El Dorado, en donde según las leyendas, vivía un emperador inca que vestía totalmente de oro puro y piedras preciosas, y cuya ciudad estaba construida totalmente en oro sólido.
Obviamente la codicia, más que la curiosidad, movió a exploradores de todo el mundo, en donde algunos, de hecho, desgastaron el resto de su vida en hallar una ciudad que nunca pudieron encontrar.
Se dice que se hacían cálculos en los mapas, en donde podría ubicarse la ciudad dorada, sin embargo, en el camino siempre conseguían nuevos datos de personas, de nativos y de otros exploradores que se contradecían unos a otros.
Sin embargo, la leyenda no cesaba, y había quienes afirmaban haber visto pasar a aquellas personas vestidas de oro en camino a su ciudad, otros habían visto destellos en el horizonte que producía el reflejo de la luz en el oro, sin embargo, nunca pudieron encontrarla y tal vez…haya sido mejor así.
No obstante, los Incas en sus ciudades poseían muchas joyas, y gustaban de adornarlas con oro y piedras preciosas; se hicieron collares reales y sagrados, máscaras de oro con piedras incrustadas, brazaletes, pendientes, aretes entre otras prendas y utensilios.
Uno de ellos, y quizás el más representativo de la cultura inca, fue el Tumi, un cuchillo fabricado en oro puro y acabado con incrustaciones de piedras preciosas.
Los ejemplares de cuchillos Tumi, actualmente se pueden observar en museos, en donde resalta el sentido de orfebrería que manejaban los incas.
El Tumi se fabricaba en oro en su totalidad y en una sola pieza, era un cuchillo ritual, cuya hoja es muy afilada con forma de media luna, encima de la media luna se ubicaba un espacio plano que unía la media luna con el resto del cuerpo de la herramienta, que generalmente tenía la forma de algún dios inca, y en cuya cabeza llevaba una especie de corona en forma de media luna, con exactamente las mismas proporciones que la hoja.
En la corona y el cuerpo del dios, se colocaban piedras preciosas de todo los tipos nativos de la región. Entre las que se usaban en el tumi se puede mencionar a los ópalos azules y ópalos rosa, ópalos turquesa, esmeraldas, diamantes, entre otras.
No obstante, se han hecho hallazgos que han revelado que los incas fabricaron tumis usando hojas hechas de piedras afiladas como la obsidiana y la turquesa, los cuales se usaban en algunas ocasiones para cortes precisos durante sacrificios humanos.
Uso de la pedrería en las joyas incas
Las coronas, eran una prenda en la que siempre se adornaba el oro con piedras preciosas. Básicamente el oro era el material primario para la construcción de sus prendas y adornos, y las piedras preciosas, constituían el elemento decorativo, destinado a embellecer la obra.
Las coronas se decoraban con cuarzos, y en muchos casos también con esmeraldas, que le brindaban un hermoso color verde que resaltaba entre el dorado áureo.
En los cetros de oro de la realeza se utilizaban en algunos casos piedras de diamante u ópalos turquesas o rosas, igualmente en los brazaletes y collares, en los que se realzaba su belleza con la presencia de estas hermosas piedras, dando como resultado una obra de alto valor artístico.
Muchas veces también, la orfebrería y joyería inca, se dedicaba a la fabricación de esculturas de oro con incrustaciones de piedras preciosas con el fin de ofrecérselo a sus dioses. El oro era un material que prácticamente se podía recoger del suelo, ya que este era arrastrado por los ríos y depositados en las riveras.
Las piedras preciosas sin embargo, aunque no tenían que hacer mayores esfuerzos mineros como los que se hacen hoy, si constituía una labor más compleja, por esta razón, es posible que para ellos estas piedras hayan sido consideradas de mayor valor y mayor belleza que el oro mismo, por lo cual nunca faltaban en sus piezas más importantes o en las herramientas más sagradas.
La joyería actual
En la zona andina de Suramérica, aun se pueden obtener réplicas de los instrumentos y joyas incas, algunos joyeros incluso, han fabricado tumis en oro, con exactamente las mismas incrustaciones de piedras preciosas como las que alguna vez se hicieron en el apogeo de esta gran civilización.
El legado inca no solo abarca las ciencias, la arquitectura, el turismo o el velo misterioso que rodea su cultura, sino también el aspecto dorado y brilloso de la joyería que alguna vez llevaron a cabo, con el uso de estas piedras hoy conocidas por todo el mundo como piedras preciosas de valor estimable.