Colecciones minerales y piedras preciosas, el ser humano vive rodeado de cientos de objetos que resultan tan cotidianos que muchas veces no logran llamar su atención.
Cuando paseamos o realizamos viajes hacia lugares donde nos rodeamos y conectamos con la naturaleza, ignoramos las maravillas que tiene para dar nuestra madre tierra. Parte de estas maravillas lo conforman los minerales y piedras preciosas.
El mundo de los minerales es fuente de fascinación y de estudio para el hombre. En ocasiones por su belleza, en otras por las propiedades que nos ofrece.
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Colecciones minerales y piedras preciosas
Incluso, han sido utilizadas desde las civilizaciones más antiguas.
La utilización de materiales procedentes del reino mineral, es una de las características que distingue el hombre de los animales y demás especies. Desde la aparición de la escritura quedaron reflejadas en distintas obras, muchas de las ideas de las diversas civilizaciones sobre el mundo mineral.
El descubrimiento y uso de los metales ha dado nombre a algunos de los periodos de la historia de la humanidad, verbigracia, la edad del bronce y del hierro. Además de que hace ya cuatro mil años antes, los babilonios, egipcios y chinos explotaban yacimientos.
A pesar de todo lo expuesto anteriormente, el término mineralogía no se comienza hablar sino hasta el siglo XIX, época en la cual los principales mineralogistas fueron físicos, uno que otro biólogo, y geólogos.
El término “mineralogía” etimológicamente procede del latín “minera” que significa mena. Y fue introducido por el científico italiano Bernardo Cesio, en 1636.
El conocimiento empírico del mundo mineral comenzó por el uso de las piedras recogidas en la superficie terrestre.
Con ellas se realizaban instrumentos de trabajo simple y armas. El hombre recolectaba las piedras adecuadas, de acuerdo a su forma, masa y resistencia, para el uso que les iba a dar. Posteriormente, pasó a un labrado más perfecto, y de esta manera incrementó la importancia de estos minerales.
Poco a poco fueron surgieron las primeras experiencias de búsqueda y extracción. Especialmente la extracción de silicio, obsidiana y calcedonia, así como nefrita, pues eran minerales con alta calidad.
Con la arcilla comenzaron a realizar orfebrería. Mientras que con la piedra, el hombre aprendió a hacer hachas, martillos, puntas de lanzas, flechas, cuchillos, rascadores y otras herramientas de trabajo de perfección sorpréndete.
Años después, con el surgimiento de las ciudades, el descubrimiento de las propiedades de los minerales tuvo una gran importancia.
Con la transformación del cobre, bronce y el hierro, el hombre comenzó a fabricar armamentos. Mientras que la plata, el otro y las piedras preciosas servían de adornos, como símbolos de poder, además de eran usadas como intercambio comercial.
Ya para comienzos del siglo XIX, la mineralogía se hace totalmente una disciplina científica independiente. A través del desarrollo de las investigaciones químicas y cristalomorfológicas, se fue perfeccionando los métodos de estudio de las propiedades física de los minerales.
¿Qué es una colección de minerales y piedras preciosas?
En el transcurso de la historia, se implementaron distintos tipos de métodos para el estudio de los minerales. A su vez, esto conllevó al surgimiento de colecciones de minerales que posteriormente quedaron para ser exhibidas en museos. Y que en la actualidad tienen un valor inconmensurable no solo en lo económico, sino en lo histórico.
Es fundamental definir el término “colección”. Esta palabra proviene del vocablo latino collectio, y hace referencia al conjunto de cosas de una misma clase que se reúnen por el interés y valor que despiertan en el hombre. Se le conoce como coleccionista al individuo que desarrolla y organiza una colección.
Muchas veces esta actividad solo se hace por afición o hobby. La colección implica invertir mucho tiempo y dinero para aumentar las adquisiciones, y posteriormente ser exhibidas a las demás personas que les resulte de mucho interés.
Existen distintos tipos de colecciones. Entre los más habituales y comunes se encuentran los billetes, libros, pinturas, esculturas, joyas, monedas, insectos disecados, minerales y piedras preciosas o semipreciosas.
Las colecciones de minerales y piedras, son consideradas patrimonio geológico mueble, pues constituye un conjunto de elementos geológicos no renovables, extraídos de su contexto y que poseen cierto valor, ya sea científico, didáctico, estético, histórico, entre otros. Son estas características que convierten en un bien patrimonial colectivo.
¿Cuál es la mayor colección de minerales en la historia?
Entre los años 1960 y 1980, fue reconocida como una de las mejores colecciones de minerales privadas del mundo, la colección de Folch. Su tamaño es de más de quince mil ejemplares de minerales. La calidad de las piezas y el gran número de ejemplares, poseen un gran valor histórico, pues en la actualidad es imposible conseguir mucho de los minerales que posee esta colección. El estilo de la colección también lo ha hecho mundialmente famosa, ya que es sorprendentemente moderna.
Su nombre completo es Joaquin Folch Girona, y fue un reconocido industrial catalán fundador de Industrias Titán. Además de haber sido un célebre mineralogista e ingeniero, impulsor de la empresa minera “Minas del Priorato” (Bellmunt del Priorat, Tarragona). Durante 80 años, formó la colección mineralógica.
Básicamente consistía en reunir ejemplares no muy grandes, de preferencia raros, haciendo mayor énfasis en la estética y perfección. Luego de su muerte en 1984, la colección pasó a manos de su hijo Albert Folch-Rusiñol y a su vez, cuando este murió pasó a su nieto, Joaquin Folch, quién decidió mantener la colección tal y como la había dejado su abuelo. Así la colección se mantuvo unida y no se perdió el valor histórico que contenía
En la posterioridad, manteniendo el contacto con la familia Folch, llegó un momento en que se planteó el tema de la actualización de la colección. Ya que desde 1984 no se había adquirido nada nuevo. Por lo que había un vacío importante en todo lo referente a minerales que aparecieron luego de esas fecha.
Desde 2005 se comenzó a realizar ese trabajo de actualización. Para ello se decidió dar salida a los ejemplares duplicados de la colección y así adquirir nuevos minerales. Estos duplicados no aportaban mucho a la colección Folch, ya que tiene otros ejemplares del mismo tipo. En cambio, debido a lo inusual en algunas localidades o por la calidad de estos minerales, son muy útiles para ser comercializados.
¿Dónde se puede encontrar colecciones de minerales?
Por lo general, son museos de Ciencias Naturales, las instituciones que conservan estas colecciones.
El museo es la institución más apropiada y legitimada para albergar las colecciones de carácter público, pues garantiza la preservación en el tiempo y el disfrute de las mismas por la ciudadanía.
Un dato curioso es que las primeras colecciones geológicas tenían un carácter elitista, y solo estaban disponibles para los altos mandatarios y clases pudientes.
La concepción moderna de museo comenzó en el siglo XIX, cuando miembros de la nobleza y el clero cedieron sus colecciones privadas a instituciones que crearían los primeros museos públicos.
Los museos que conservan colecciones mineralógicas y piedras preciosas, tienen en la actualidad un carácter del tipo específico de patrimonio mueble.
Por nombrar alguno de los museos más famosos, tenemos al Museo Geominero en España. El objetivo principal es divulgar la riqueza y diversidad del patrimonio geológico y minero. La colección que ofrece este instituto consta de más de doce mil muestras, de las cuales tres mil quinientos se encuentran expuestas.
En la exposición se integran las siguientes colecciones de minerales y gemas:
En la planta baja del museo se encuentra la mayor parte de la colección, ocupando veintiuna vitrinas.
Está integrado por ejemplares extranjeros y españoles seleccionados por sus características estéticas, tomando en cuenta también otros criterios como la rareza o la representatividad de yacimientos.
A excepción de algunos ejemplares, que se ordenan por sus afinidades químicas y estructurales, siguiendo la clasificación de H. Strunz.
Además la colección incorpora ejemplares emblemáticos como la macla cíclica de rutilo de Georgia – Estados Unidos, el mayor cristal de vivianita española de Murcia, incluso grandes pepitas de oro españolas.
Asimismo, consta de doscientos noventa y dos magníficos ejemplares de gemas tallados en cabujón. Se exhiben varios conjuntos de minerales transparentes facetados que ejemplarizan las diferentes tallas del diamante.
Estas se encuentras en dos vitrinas centrales en la sala principal del museo. Los ejemplares más significativos son la escapolita de Nampula – Mozambique, la cual resulta una de las tallas más grandes conocidas en el mundo para este mineral.
El magnífico cabujón de esmeralda “trapiche” de Muzo – Colombia. Al mismo tiempo, se exhiben gemas españolas como las amatistas de Cervera de Buitrago – Madrid, la cual posee un color purpuran muy llamativo.
¿Cómo empezar una colección de minerales y gemas?
Para emprender una colección de este tipo, en primer lugar es necesario disponer de una guía o libro que trate sobre minerales y gemas que permita identificar y ordenar las piezas que conformaran la colección.
Una vez instruidos y adentrados en el tema, ya puede comenzar a conseguir muestras de minerales para la colección. Puede realizar algunas excursiones de campo a yacimientos conocidos, es recomendable ir acompañado las primeras veces por un coleccionista experto, o puede adquirir los ejemplares a través de comerciantes expertos en la materia.