Boleita un mineral raro, que incluso ha llegado a ser usada en joyería como una piedra semipreciosa. La boleíta fue descubierta en el siglo XIX, específicamente en 1891 en una localidad llamada El Boleo, lugar del cual deriva su nombre, y donde se encuentran las reservas con los ejemplares más hermosos del mundo. Muy cerca de la ciudad mexicana de Santa Rosalía, en Baja California.
La forma común de los cristales de boleíta es cúbica, aunque también se encuentran en forma de octaedro. Sin embargo, realmente los cristales de este mineral son simples y pequeños de forma tetragonal.
Cabe resaltar que la boleíta es un mineral con una composición química notablemente compleja, a tal punto que muchos científicos y mineralogistas han hecho varias revisiones acerca de este punto en varias ocasiones desde su descubrimiento.
Un ingeniero Francés llamado Eduoard Cumenge, uno de los descubridores de los primeros ejemplares de este mineral, y estando en el estudio de este, descubrió un nuevo mineral igualmente raro y muy similar a quien bautizó con su apellido llamándolo cumengite.
La principal característica interesante de la boleíta, además de su particular color azul profundo, es precisamente su compleja y rara composición química.
Básicamente este mineral es un hidrato de cobre con plata, plomo e hidróxido de cloruro. Sus cantidades son: un 9% de plata, 14% de cobre y un 49% de plomo. Su fórmula química es KAg9Pb26Cu24Cl62(OH)48
Como se puede notar es bastante compleja y extensa, razón por la que mencionamos como primera característica resaltante.
El color más común de la boleíta es el llamado azul Prusia oscuro, el cual puede variar a tonos índigo. El lustre de este mineral es vítreo o perlado, característica que resalta notablemente su color y su belleza.
Es translúcida, aunque pueden hallarse ejemplares opacos. Su sistema cristalino es cúbico, también llamado isométrico aunque también puede ser hexoctaédrico.
Sus cristales cúbicos pueden llegar a alcanzar los 2 centímetros y por lo general poseen intercrecimiento de minerales adicionales.
Medida en la escala de Mohs, la dureza de la boleíta alcanza una dureza de 3, en donde los ejemplares de mayor dureza alcanzan los 3,5 en esta escala.
Es por lo tanto un mineral blando, en comparación a otros similares, con fractura irregular. La densidad, por otra parte, medida en g/cm3 es de 5,054 siendo esta muy densa debido a la presencia de metales tan pesados como la plata, el cobre y el plomo.
La boleíta es también un mineral soluble, esta se disuelve en ácido nítrico HNO3 y su radioactividad, característica que poseen muchos minerales, en el caso de la boleíta es casi inexistente, pero la tiene, aunque esta es casi indetectable.
Formación y origen de la boleíta
Por lo general, la boleíta se forma como mineral secundario a partir de reacciones químicas, específicamente las que son de cloruros con los sulfuros primarios, que se dan comúnmente en áreas de depósitos de sulfuros de cobre.
Sin embargo, no es su única fuente de origen, sino que la boleíta puede formarse también en las escorias, un material resultante de la fundición de otros metales, que en este caso se hallan inmersas, y que tras un proceso de lixiviación por medio del agua de mar termina formando el mineral.
No obstante, el proceso de lixiviación también por medio de aguas que se filtran, comúnmente en zonas de arcillas residuales. Estos orígenes se asocian a otros minerales similares tales como la psudoboleita, la diaboleita la cumengeíta o caledonita, entre otros.
Yacimientos de la boleíta
La boleíta es un mineral muy raro, por lo que sus yacimientos en el mundo son pocos. Su localidad tipo, lugar en donde fue descubierta y por quien fue bautizada con ese nombre, es la localidad de el Boleo cerca de Santa Rosalía, en el municipio Mulegé,
Baja California en México de donde se extraen los mejores ejemplares concidos hasta ahora. No obstante se pueden también hallar algunos depósitos de boleíta en países como Grecia, Estados Unidos, concretamente en Mamut District en Arizona y también en Montana.
En Atacama, Chile; En Australia, específicamente en Nueva Gales; y en Mendip Hills de Somerset en Gran Bretaña. A pesar de estar en estos territorios fuera de su localidad tipo, solo se encuentran algunos pocos ejemplares y depósitos de menor tamaño que los que se conocen en México.
Es por esto que la boleíta además de ser valorada por su belleza, es también un mineral admirada por su rareza y cierta exclusividad, al haber pocos lugares en el mundo en donde puede ser hallada y extraída.
Aplicaciones de la boleíta
La boleíta no tiene una aplicación industrial conocida, es más bien altamente apreciado por los coleccionistas de minerales debido a su rareza, por lo que su valor como mineral de colección es bastante elevado por la muy poca cantidad de boleíta que existe en el mundo.
Por otra parte existen ejemplares de este mineral que se usan en la joyería, estos ejemplares que se usan en esta empresa suelen ser los más grandes, superando el centímetro de tamaño, característica que es aún mucho más rara y valiosa, por lo que las piezas de boleíta de este tipo que se usan como gema son bastante costosas y muy apreciada como piedra preciosa rara.
En conclusión, la boleíta es básicamente una gema de colección muy valiosa, esencialmente por ser un mineral poco usual y de gran belleza.
La boleíta en la joyería
La joyería es un mercado de talla mundial, es una industria que explota la belleza de las piedras preciosas, y minerales hermosos que provee el planeta, pero también la fascinación natural que sienten las personas de todo el mundo por estas gemas.
Las piezas de minerales que se usan en la joyería cautivan con su belleza a un público que no escatima en gastar sumas de dinero considerables con tal de poder llevar sobre su cuerpo, alguna prenda coronada con bello mineral que le haga resaltar aún más la belleza propia de la joya.
En la joyería existen una amplísima variedad de gemas que se utilizan en las prendas que se fabrican, ya sean anillos, collares, pulseras, pendientes, etc.
Las cuales según su belleza, tamaño, rareza o color, resaltan sobre otras o las hacen más costosas que otras.
Existen joyas por ejemplo que se fabrican a partir de la boleíta, un mineral ya de por sí bastante llamativo debido en primer lugar a su intenso color azul que resalta a la vista.
Aquellas piedras de boleíta con un tamaño aceptable y utilizable en joyería son extremadamente raras, pero existen. Estas son cortadas, generalmente en facetas y pulidas de manera que el acabado sea el de una piedra de un brillante color azul oscuro, que en algunos casos pueden ser opacos, transparentes o translúcidos.
Los ejemplares de boleíta trabajados y acabados a modo de gema o piedra preciosa para la joyería son raros y excepcionalmente hermosos, razón por la que su precio en el mercado es bastante elevado, siendo esta la aplicación de la boleíta más costosa, por encima de las piezas coleccionables que al no estar trabajadas ni pulidas en la mayoría de los casos en tamaños bastante pequeños, pero que no dejan de ser ejemplares con un valor considerable.
Con estas piezas de boleíta se han elaborado principalmente anillos y collares. Los primeros con ejemplares de boleíta pulidos y cortados a modo de coronar un hermoso anillo que sin duda terminara en uno de los dedos de la mano de una dama.
Por otra parte los collares también son prendas comunes en donde se colocan piezas de boleíta que le brindan además de belleza un toque elegante debido a su profundo color característico.
La boleíta sin duda es uno de los minerales de este tipo que posee una belleza natural, pero que al ser trabajada tiene el potencial de estar a la altura de cualquier otra gema utilizada en un mercado tan exigente y de altura como el de la joyería.
Aspectos resaltantes de la boleíta
Como se pudo ver a lo largo de los párrafos anteriores, la boleíta es un mineral que aún sigue llamando la atención incluso mineralogistas a nivel mundial, principalmente por lo extraño e inusual de su composición química que aún es tema de debate en algunos estudios que se realizan al mineral.
Otro elemento resaltante que pudo notarse de esta particular piedra es su color; el azul profundo de la boleíta es sin duda algo atractivo a la vista, lo que la ha hecho un mineral prospecto en el campo de la joyería.
Por otra parte, y no menos importante está su rareza; sus pocos yacimientos y depósitos a nivel mundial y con un tamaño que en muy pocas ocasiones superan el centímetro de tamaño, la convierten en un mineral casi exclusivo, por la que muchos coleccionistas a nivel mundial apartan una plaza en su colección específicamente para tener un lugar para la boleíta y exhibir entre sus ejemplares a uno de los minerales que combina perfectamente la rareza con la belleza.
Y no solo eso, sino que también es una gema que se ha hecho de un mercado y de una comunidad de compradores que la prefieren más que como una pieza de colección, como algo que más bien pueda portarse sobre sus cuerpos. La boleíta es uno de esos minerales que de alguna u otra manera no pasa desapercibido.